Tus relaciones comienzan contigo

Como hombre soltero de unos veinte años, me encuentro consciente e inconscientemente pensando y buscando a esa persona especial. Mi objetivo siempre ha sido ser amigo de mi futura esposa durante al menos un año, una cita de un año, un compromiso de un año, lo que incluye estar casado cuando tenga treinta años.

Este objetivo puede parecer exagerado y lo admito, así que estoy dispuesto a alterarlo. Sé lo que quiero en un futuro cónyuge (creo) y definitivamente sé lo que no quiero. Pero a medida que envejezco, más me doy cuenta de que el desafío de encontrar a alguien que encaje con lo que quiero y lo que no quiero parece ser "misión: imposible". Mis pasos de impaciencia en los que parece prolongar mi espera para encontrarme con esta futura esposa mía.

De vez en cuando, reflexiono sobre la idea de que ella está allí en algún lugar, así que me pregunto qué está haciendo en ese momento y si está pensando en mí. Por mucho que estoy intentando activamente encontrar a alguien, mis amigos me recuerdan cómo encontraron a alguien especial cuando menos lo esperaban. Tengo que recordarme y saber que Dios me presentará a ella y revelará quién es ella cuando ambos estemos listos.

Entonces, ¿eso significa que no estoy listo? Creo que lo soy, pero a veces tengo mis dudas. Tal vez no esté lista, lo que podría significar que está haciendo algo para mejorar su relación. Siempre volveré a la pregunta de si estoy listo o no. ¿Cómo sabré? Creo que la respuesta está en cómo respondo a las siguientes preguntas:

Me pregunto si estoy listo financieramente. ¿Quien es? Me gradué de la universidad hace un par de años y ya he pasado por dos cambios de carrera y me han despedido. No hace falta decir que mi chequera no está cerca de donde quiero que esté, ni siquiera mencionaré las tarjetas de crédito. Así que necesito pensar más en ahorrar para mi futuro, comprar una casa y pagar algunas cuentas. Después de todo, no quiero arrastrarla a mi deuda y hábitos de gasto. Sé que necesito mejorar en lo que respecta a las finanzas.

Me pregunto, ¿soy físicamente en forma y atractiva? La respuesta honesta es que no estoy en tan buena forma como quisiera y la belleza está en el ojo del espectador. Sé que necesito unirme a un gimnasio, buscar en línea artículos sobre cómo cocinar mejor para los solteros y ver cuántas veces salgo a comer. ¿Qué es un mejor motivador para hacer ejercicio además de verse bien para usted y ganar esa confianza, que querer verse bien para su pareja? Después de todo, espero que mi esposa se sienta atraída por mí como yo por ella.

Me pregunto, ¿soy inteligente? Con un título universitario, creo que sí, hasta que veo programas como Jeopardy o juego de mesa con amigos y me doy cuenta de que todavía tengo mucho que aprender. Estoy pensando en volver a la escuela. Después de todo, quiero que mi esposa piense que soy inteligente.

Me pregunto si estoy en el lugar espiritual con Dios que quiero estar. ¿Asisto a la iglesia todas las semanas? ¿Leo la Biblia cada día? ¿Le estoy pidiendo a Dios más de lo que le estoy agradeciendo durante la oración? ¿Soy un buen ejemplo para otros y les estoy enseñando acerca de Dios? Después de todo, espero que mi futura esposa y yo podamos orar juntos y tal vez asumir un papel de liderazgo en un grupo de jóvenes.

Me pregunto, ¿soy feliz como individuo? Una relación puede traer felicidad y llenar el vacío de estar sola, pero ¿debo poner esa carga en mi futura esposa? Si te sientes cómodo siendo tú mismo, siendo feliz solo y no necesitas a alguien, ese es un paso en la dirección correcta. Creo que necesitar a alguien para llenar un vacío y querer que alguien llene un vacío son dos cosas completamente diferentes. Es por esto que tus relaciones comienzan contigo. Después de todo, si no te amas a ti mismo, ¿cómo esperas que alguien más lo haga?

"La felicidad depende de nosotros mismos" 

~ Aristóteles

Cuando cumpla con los aspectos anteriores de su vida en una medida aceptable, tenga cuidado, su futuro cónyuge puede estar en la librería local, en el gimnasio, en la iglesia, en el trabajo, en la escuela o en el banco. No espero poder lograr cada una de estas cosas en los próximos cuatro años, pero siempre me esforzaré por lograrlo. Después de todo, espero que ella siempre se esfuerce por hacer lo mismo. ¡Y sobre todo, espero que sigamos esforzándonos por hacer estas cosas juntos!